el vecino me cogió el otro día por banda y me invitó a pasar a su casa a tomar un té con pastas. "qué tal te va, chaval", me dijo con su voz grave y arenosa. desde siempre me llama "chaval", ajeno al leve pero imparable desgaste de mi rostro. supongo que para sus ojos siempre seré aquel pingajo desgarbado de pelo revuelto y pantalones cortos
- haces cara de cansado
- ¿yo? bueno, el trabajo ya se sabe...
- ¿seguro?
- ...
- nada nada, me habrá parecido a mí
el vecino no pasaba una, y si alguna vez se despistaba ya estaba la bruja de su mujer para ponerle al corriente de todo. tampoco llevó el tema más lejos, y yo sin palabras se lo agradecí
entre sorbo y sorbo me contó una de sus batallitas... resulta que el vecino tiene un pasado de mugalari por los montes de navarra, pasando maquis y material por la frontera inmediatamente después de la guerra. yo ya sabía que era en esa época cuando había conocido a mi abuelo, pero hasta ahora nadie me había explicado en qué circunstancias
- al abrigo de la luna, los helechos y las hayas -relataba-, y con la tokarev automática bien a mano, yo me afanaba, junto con un pequeño grupo enviado expresamente desde moscú, en mantener abastecidos a los maltrechos milicianos que habían decidido que aún valía la pena luchar por su tierra y sus ideas. la recompensa era escasa, y con los civiles encabronados sonsacando, patrullando senderos, peinando hayedos y registrando caseríos, el riesgo era enorme...
pero el vecino creía en lo que hacía, y ante todo se debía al partido
sin decírmelo con todas las letras, me dio a entender que mi abuelo también estaba en el ajo, y aunque yo esto ya me lo olía, siempre viene bien que te lo confirmen. incluso me contó cómo una vez, cerca de almándoz, se salvó por los pelos de caer en un control gracias a que el bueno de mi abuelo le convenció de no usar aquel día el camino viejo de la cantera, que tan bien les había servido durante meses, porque alguien del pueblo se había ido de la lengua. en ese momento, con la emoción del recuerdo brillando en sus ojos, hasta me resultó entrañable, lo cual quiere decir mucho si se lo conoce
ya luego las cosas se pusieron más feas, y finalmente él y sus compañeros tuvieron que aceptar que la lucha estaba perdida. otra guerra los esperaba. en esa tuvieron más éxito, pero el objetivo, según él, ya no era tan noble
-pasamos de luchar por la libertad, a luchar por una idea deformada que ya no significaba nada para nosotros
- sabes chaval -me dijo-, a veces las cosas no salen como uno quiere, y nos gustaría juntar trozos de distintas experiencias para componer un pasado perfecto que, claro está, nos habría dado un presente esplendoroso
- y usted que lo diga, vecino
- pero el pasado perfecto sólo existe en los libros de gramática
- ya...
S I N S E N T I D O S S I N C R I T E R I O
todo es mentira excepto lo que no queremos ver
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viernes, enero 18, 2008
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2 comentarios:
...tiene mucho caracter este vecino tuyo...aunque debe ser una putada notar su aliento en el cogote...
...ya tengo más ganas de saber de las aventuras y desventuras del capitán fonzollo...
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