S I N S E N T I D O S S I N C R I T E R I O

todo es mentira excepto lo que no queremos ver

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viernes, mayo 30, 2008

el todo por el todo

tuve un profesora que me intentó enseñar a no hundirme con el peso de mis frases, al poco de empezar a leerme dio con la palabra de la que más abuso: ¡"todo"! nos ha jodido... pues claro, me puede la impaciencia

todo, adverbio de ansiedad
repetición excesiva que lastra mi relato
todo es mejor si dejo que la historia coma de mi mano
todo no vale, hay que fomentar la incompletencia
todo es palabra como amistad, que de puro exigente se convierte en lastre
hasta el rabo, todo es todo
estoy huyendo del tiempo a todas horas
se me hace enorme la elección entre todos los destinos
todavía creo que no está todo perdido
si no tengo todo, es un error creer que no hay nada
es infinita la belleza de las cosas inacabadas
es bella la historia en la que todo está por suceder


miércoles, mayo 28, 2008

sin comentarios


(y tan ricamente oiga)

martes, mayo 27, 2008

miedo (ni pies ni cabeza)

Nada más confuso que un martes cruzado en la semana del capitán fonzollo. Hay en la confusión una parte de tristeza, que no tiene causa clara ni motivos oscuros. Tristeza es no controlar las variables que me hacen feliz. Tristeza es excusarse con estímulos sin ponerles nombre. La otra parte no se resume con una palabra, tengo que elaborar... Hay un cristal liso y transparente, puedo ver la luz al otro lado, quiero atravesarlo y atraparla con mis manos, pero si lo rompo me corto. Hay que esquivarlo, buscar la parábola. Sin más rodeos, hay que rodearlo. Luego está el sol. Hay que orbitar a su alrededor y verlo desde todos los ángulos. Hay que saber a qué corresponde cada relieve, a qué se deben los tonos variables reflejados en su volumen perfecto. Hay que ignorar lo volátil de nuestra posición relativa y atreverse a saltar con los ojos cerrados. Hace falta calor. La química de las cosas es sensible a la temperatura y a la presión. Como persona impresionable albergo una contradicción con la que no sé muy bien qué hacer. Huyo de las preguntas, pero los interrogantes se me amotinan y cuestionan mi poder de decisión. La imprecisión de mi mirada desenfoca el perfil exacto que la luz ha dibujado en el aire, delante de mi. Es el momento de actuar. Sopesar los datos sería lógico, y por tanto inútil. Es mejor el arrebato de fugarse con la evidencia. Las pruebas concluyentes suelen aparecer mucho tiempo después de emitir un juicio basado en la intuición. Hasta entonces, no hay más verdad que la que nosotros acordemos. El peligro es quedarse quieto. El movimiento es fundamental, genera inercia. La inercia es contagiosa, o difícil de detener. La inercia crea su propia verdad, la prueba misma de su existencia: si se mueve es real. Entonces, como una puerta que se abre, la realidad parpadea ante mí. Si soy rápido, puedo volar en ese breve instante y buscar un lugar dónde llevarme mis sueños. En una de esas igual no vuelvo, y entonces mi realidad se transporta a un nuevo nivel donde sólo vale lo que la piel siente allí y ahora, donde la experiencia es orientativa porque las variables han cambiado. Eso sí, los valores permanecen. Los valores son máximas que no cuestionamos para no tener que cambiar nuestra visión de lo que pasa. Hay que agarrarse a ellos e intuír lo demás, porque la experiencia por sí sola condiciona demasiado la aventura de volver a creer. Acertar es equivocarse por etapas, si llegamos primeros a la última las demás no importan. Hay algo en la inevitabilidad de toda esta historia que de algún modo me libera. La tristeza se transforma en alegría. El reloj ha entendido mi juego, ha avanzado conmigo y eso, eso claramente ayuda. Despido otro martes más. La alegría es una buena sensación, haría bien en llegar a un acuerdo permanente con ella, pero no sería yo... A veces necesito la angustia de obligarme a deducir las razones de lo que pasa en cada momento. No quiero pensar en el futuro, no puedo todavía, me gusta el sabor de los días que me rodean. Cuando el miedo se apodera de mi, sueño con deslizarme por la puerta trasera de este mundo implacable que me arrastra hacia el momento de la verdad.

lunes, mayo 26, 2008

momento tonto de felicidad en la cocina


primero caos, y después orden: meses de orden, orden milimétrico, simétrico, prusiano... meses pensando que ya estaba bien un poco de orden, y luego el silencio... el orden aburre... más meses, pensando que no importaría un poco de desorden, pero mi desorden no vale, porque no es más que una deconstrucción del orden previamente establecido... hace falta un desorden diferente, otro orden, un no-orden, un delicioso ejemplo de amontonamiento

viernes, mayo 23, 2008

retazos de conversación

(email del que no se entera)

hola capitán,

hace días que no nos vemos, pero créeme si te digo que estoy compartiendo contigo felicidad en la distancia (a veces tan placentera como la felicidad presencial)... todo bien por el universo paralelo... estímulos de diversa procedencia me mantienen pensativo y/o ocupado la mayor parte del tiempo, incluso cuando estoy cumpliendo obligaciones contractuales, lo cual está bien porque aligera el peso de las horas insustanciales... precisamente el otro día me recordaron que lo malo tiene que dejar de ser malo y convertirse en "lo que pasa entre medias de lo bueno, lo financia y se le debería parecer en algo", y lo agradecí porque ya sabes que a veces no me entero y me pierdo en problemas que no lo son... por las noches estoy bastante comedido, lo cual augura tormenta inminente... hoy hablaba con el demente acerca de la diferencia entre salir y no entrar, en algún lugar debe andar la justa medida pero ya sabes que el equilibrio no es lo mío (creo que tardaron demasiado en quitarme las ruedecitas de la bici cuando era txiki)... ¿te acuerdas de mi prima la del pueblo? veinte añitos, el otro día me llama y me dice que ha discutido con el novio y que está pensando meterse a monja de clausura (lo que oyes), me faltó poco para chillarle... le dije: "habrá momentos de crisis en los que quieras borrarte del mundo, pero eso no compensa los muchos años de felicidad que te vas a chupar a cambio, niña tonta...", se lo dije de corazón, no es por anticlerical ni nada, aunque ya sabes que si me dan cuatro vinos y un fusil me sale la vena republicana y acabamos en el calabozo... hoy me encontré con tu vecino, se ríe de mi, dice que me ha visto por la calle y que siempre voy despendolado, andando, en bici, da igual, siempre a toda leche... yo pensaba: "si supiera que en mi cabeza todo es así...", tenías que ver cómo se descojonaba el viejo, dice que moriré de infarto, algo de razón lleva... en tema afectivo cuesta abajo y sin frenos, ya nos conocemos, voy agarrándome con las uñas donde puedo pero si la pendiente se prolonga no respondo... del resto de la chusma no sé gran cosa, si mi teoría de las partículas elástico-centrípetas se cumple deben estar todos bien... en fin nene, disfruta del cap de setmana, estaría bien chocar con alguien bailando en un bar y que fueras tú...

besos para ti y para ati

PD: ni se te ocurra ir al primavera sound sin avisarme

miércoles, mayo 21, 2008

conocer

hay ángulos nuevos en cada una de las sombras del crepúsculo, esas que me hacen estremecer no por oscuras sino por desconocidas... es bonito indagar en los intríngulis de la persona que envuelve tu ser, colarse por los recovecos que vas dejando abiertos y buscar los muelles que accionan la magia de tus frases... igual que un niño mis pasos son torpes, graciosos a veces, inseguros pero avocados a dirigirse hacia algún lugar, tuyo, mío, o nuestro, quién sabe, y también como un niño descubro la manera de alcanzar metas enormes empezando por lo más pequeño y perseverando en la inocencia de no ver límites más allá de la ilusión... a medida que se alargan los días, la luz cambia e ilumina sonrisas ausentes empapadas de recuerdos frescos, de sudor, chocolate y ternura, reflejos de ti, con ellos se difumina el pasado... en un trocito de papel escribo acerca de lo que quiero que nos pase, sin importar cómo hayamos llegado hasta aquí, para poder así regalar el alma desnuda, decir obviedades con la mirada, dejarse llevar por la emoción de hacer el amor con las palabras

(gracias a Neruda por prestarme la palabra que andaba holgazaneando en algún rincón de mi cabeza...)

martes, mayo 20, 2008

mil veces o más

ven
y voy
tener es dar, no siempre, ahora sí
jugar a ser distinto, o no
conseguir la pequeña gesta de intentarlo
no volar es viajar a ninguna parte
el miedo regala intuiciones
dimensiones flexibles del significado
se suceden detalles aún por suceder
distorsiones verbales
una mezcla de señales
propias, ajenas... indiferente
porque voy y vienes, naturalmente
saber que se sabe produce vértigo
sentir que se siente confunde los gestos
interpretar es tentador, pero peligroso
mejor me abstengo, mejor no tengo
mejor ya no tengo
empezamos de nuevo
ven
y vengo


lunes, mayo 19, 2008

un martini invita



"...agua de mi cuerpo, palabras por ti imaginadas que fluyen
desde mis dedos para volver al mar, su dueño..."

viernes, mayo 16, 2008

vocaciones en el mar

El otro día vino un señor americano a la oficina del capitán fonzollo, como nuevo responsable de gestionar el patético entramado de obsoletas aplicaciones informáticas que le toca sufrir cada día. El capitán no es un hacker pero ha visto algo de mundo, y sabe cuando un programa es una mierda. Hace ya algún tiempo que le viene explicando a la jerarquía lo que de verdad haría falta para que la cosa rule, pero los yanquis tienen esa extraña manera de darte la razón y al mismo tiempo no hacerte ni puto caso. Ahora resulta que aparece este colega y se pone a decir exactamente lo mismo. Vaya por dios. La diferencia es que si lo dice él, el rebaño escucha. Otra diferencia fundamental: lo que para este triunfador del mundo libre es un "reto", una "oportunidad de mejorar" y una muestra de nuestra "visión de negocio", para el capitán fonzollo es una vergonzosa declaración de mediocridad, una mamarrachada, una boñiga pinchada en un palo. La discrepancia es puramente vocacional, lo reconozco, y para bien o para mal uno no vale para esto. Señores, yo desisto, cualquier otra cosa estaré en mi mesa de 9 a 6. Paso de vuestro culo, si queréis arreglar algo empezad por pegaros un tiro (sorry).

Al salir por la tarde el capitán estaba algo melancólico y con aire ausente echó a andar calle abajo. Caminó un buen rato, y cuando llegó al puerto caminó un poco más, hasta aparecer en un lugar donde no había barcos ni playa, tan sólo rocas y olas. Se puso a observar el infinito con los ojos vidriosos, preguntándose dónde coño estaría su vocación. De algún modo notó cómo la oscura inmensidad del agua aliviaba el sentimiento de impotencia por estar desperdiciando su vida. "Y sin embargo mira el mar...". El mar crea su propio horizonte, por eso es inmune al tiempo y dueño de su destino. El mar es anchura, amplitud, y cada gota puede mirar al otro lado desde una perspectiva diferente. Las personas somos a menudo estrechas de miras, y vamos con la vista clavada en el suelo siguiendo una línea que alguien trazó previamente, alguien no necesariamente más listo, alguien que simplemente llegó antes. El horizonte guarda la llave que libera las ideas cautivas de nuestra mente obtusa y atrofiada, pero nosotros seguimos bajando la cabeza, buscando respuestas prefabricadas bajo nuestros pies, por miedo a que ya no estén allí si empezamos a caminar. Por miedo a necesitar de nosotros mismos para encontrar el camino que no duele.


miércoles, mayo 14, 2008

suicidio en barcelona

Como gran fanático del bicing, después de un tiempo razonable como usuario se pone uno a buscarle los defectillos a este servicio por lo demás tan necesario y bien pensado. La conclusión es que su mayor defecto es el incivismo de los transeúntes, taxistas y demás fauna salvaje que puebla la ciudad de barcelona. Bajar la rambla cada día a la una de la tarde se está convirtiendo en un ejercicio de riesgo que amenaza seriamente mi integridad física, y escribo esto a modo de profecía, para que cuando me tengan que ir a ver al hospital poder decir aquello de "si ya lo sabía yo...". Como ejemplo, describiré aquí un trayecto típico: en el semáforo de plaza catalunya esquivas a un millón de turistas que cruzan contigo, te escurres por la entrada de la rambla y te lanzas cuesta abajo con una falsa sensación de seguridad, porque a la altura de la calle tallers ya vas con el timbre entre los dientes ante la marabunta que cruza sin mirar (una bici con el timbre roto es riesgo 10). Enseguida la puerta del champion, donde hay guiris con bolsas en medio de la calzada y por primera vez sientes ganas de sacar la pierna. Algo más abajo, en la calle del carmen, un semáforo traicionero y una esquina muy estrecha conjuran de nuevo contra ti: esquivas al abuelo que sale sin mirar pero al hacerlo casi se te lleva puesto una moto que venía a tu lado... blasfemias ostensiblemente, en voz alta y clara. El siguiente obstáculo es el 91 saliendo de su parada, cruzándose para ocupar el otro carril, y empieza el slalom entre los taxis que se empeñan en moverse despacito todo el tiempo, aunque el semáforo esté en rojo. Golpeas un retrovisor con la rodilla, respondes al insulto. En la boquería da igual el color del semáforo, los guiris van a cruzar sí o sí, y cuando derrapas para frenar justo en su cara y cagarte en sus muertos, te miran con expresión de "¿what's the problem?", "pues tu puta madre, hombre". Al girar a la derecha en la calle hospital piensas que lo peor ya ha pasado, pero en realidad acabas de entrar en la parte más peligrosa del recorrido: es como un encierro de san fermín en el que todos los toros se giran a por ti cuando pasas: moritos con carromato, camiones de reparto, abuelas con bastón, otras bicis en contradirección (y encima me tocas el timbre, ¡por favor!), repartidores de butano... No cal mirar al cruzar, pa qué. Aquí ya sólo la proximidad del hogar me impide liarme a codazos con el personal, y estoicamente me resigno hasta la rambla del raval a paso de burra detrás de esa furgoneta que parece que para, no para, para, no para, para... En la rambla hay un coche de la guardia urbana, con los agentes apoyados fuera tomando el sol (genio y figura). Sant antoni abad, colapso total, con un pie en el pedal y otro en la acera adelantando incontables vehículos y plantándome en els tres tombs oliendo a victoria. Otro par de semáforos y ya está aquí, mi casa, mi comida, mi gato... Antes, el trámite de dejar la bici en la parada: llegas, te acercas al único espacio libre (hoy es mi día de suerte) y... ¡mierda!

martes, mayo 13, 2008

y puestos a soñar...

que los meses sean eternos
y vuelvan de nuevo a empezar
en un lugar circunstancial
pero único por acogernos
que los días compartan final
de buscar tan sólo perdernos
en la ansiedad y en el exceso
de humedad en nuestros besos

que así sea, y si no es...

que me lleve la marea
a la playa en que muere el torrente
de nuestros encuentros atropellados
a escuchar cómo tu agua
se escurre entre mis guijarros
al ritmo que marca la luna
y pensar que lo he soñado...


lunes, mayo 12, 2008

de sueños y carreteras comarcales

ayer me puse a soñar... la verdad es que soy un soñador nefasto, porque como no entiendo mucho de equilibrios suelo andar soñando en mundos perfectos o en grandes desastres, es decir en cosas inservibles, y rara vez sueño de un modo que pueda denominarse productivo... lo que yo necesitaría son sueños claros, rectos, estructurados, con un buen guión y un desenlace lógico y racional, pero necesitar y tener no siempre cuadran en mi pequeño mundo... es el problema de una cabeza totalmente independiente de sí misma, que compensa los excesos de optimismo reaccionando un-poco-demasiado, y me hace dar algún que otro bandazo hasta que consigo volver a mi carril... la vida real no es sino un sueño que justo está pasando, y del mismo modo evito la línea recta del camino fácil: suelo complicarme la existencia por trayectos revirados con todo tipo de curvas, y al coincidir con los movimientos constantes de mis manos pareciera dar sensación de fluidez y suavidad, pero en realidad estoy dejando de prestar atención a lo realmente bonito de conducir: contemplar el paisaje... atravieso últimamente lugares hermosos, la duda, el deseo... entrega, malicia, dulzura y fantasía, que llevan siglos fascinando a las personas, y sería tonto por mi parte no admirarlos lo suficiente por estar más imbuído en la mecánica que en el fin: que todo fluya de tal manera que el tiempo se ralentice, haciéndose así realidad el más descabellado de mis sueños imposibles... mientras aprendo a desenvolverme en un nuevo entorno mental, mi única salida la busco soñando cosas retorcidas y deseando que alguna fuerza superior las haga rectas justo antes de que me alcancen, para poder sortearlas como dios manda, pero a mi manera


viernes, mayo 09, 2008

una tarde de perros

Hoy es viernes y afuera esta cayendo la del pulpo. Con todas mis fuerzas estoy deseando que esto signifique un fin de semana de cálida y gustosa reclusión. Estará bien hacer un concierto esta noche, de esos pequeños y húmedos que tanto me gustan, pero luego intentaré que todo apunte a la cama. Quiero dormir, despertar, dar vueltas y volver a dormir. Quiero peliculismo y tostadas con salmón. Quiero chocar en la puerta del baño. Quiero amontonarme tan ricamente. En días como hoy, totalmente abrumado por la hecatombe informática que asola mi oficina y que me impide producir riqueza para los dueños de mi tiempo, me pongo a reflexionar. Sin ningún orden, estirando del hilo de mi barullo mental para ver qué sale. Pienso en ti, en ti, y también en ti. Y tú, sí tú, no te hagas el sueco. Pienso en todos vosotros, un montón de "tis" cada uno con vuestra película, con nuestro bagaje. Cada uno con la suya. Veo un grupito de luces de distintos colores. Veo las luces moviéndose en distintas direcciones. Pego otra calada y... es coña. Recuerdo la época en que era obligado que todas nuestras luces parpadearan al unísono, cambiando de color al mismo tiempo. Era una coreografía hermosa, y nosotros bastante ingénuos. Ahora sé que es mucho más bonito que difieran, diverjan, divaguen y luego vuelvan y lo cuenten y todo esté bien. A veces cuesta un poco. Querer a alguien no es impedir, es desajustarse sabiendo dónde está el resorte que nos hace encontrarnos de nuevo. No es que no te haga caso, es que a veces no me entero. Y tú, no es que no me entere, es que me descontrolo. Para evitarlo busco desde hace tiempo a alguien que me libere, encuentro una luz y le pregunto "¿quieres ser tú...?". Pero aunque me liberes, ¿qué haré cuando ya no estés? Vuelvo al punto de encuentro, con menos respuestas y más dudas y un cacao mental de campeonato.

martes, mayo 06, 2008

en construcción

Para el que no se entera, el amigo musicófilo del capitán fonzollo, los últimos meses habían sido un poco extraños. Después de muchos berrinches, había llegado el momento de separarse de la histérica de su ex-novia, y ahora se encontraba, casi por primera vez en la vida, abandonado a su suerte en las oscuras aguas del desamparo amoroso. Al principio todo fue bien, libertad de acción y todo eso, pero luego las semanas empezaron a hacerse demasiado largas, y las calles mojadas los domingos por la noche demasiado duras de patear.

El que no se entera no es un hombre dependiente, pero tiene sus necesidades afectivas.

Un día conoció a una chica en la cola de un concierto, al interceptar descaradamente una conversación acerca de las bondades (musicales) del guitarrista. El iba sólo, ella con un grupo de amigos. La chica era muy mona, divertida y con carácter, y el que no se entera pasó automáticamente a modo "attack". Ella se dejó querer, pero la noche no dio para más que música y risas, lo cual ya estuvo bien. A la semana siguiente llamó con cualquier excusa y la invitó a cenar. Quedaron el viernes. Había en sus ojos un brillo delator, pero el callo de la experiencia le hizo intentar no dejarse a sí mismo en evidencia. No obstante le regaló un disco que había grabado para ella. El vino estaba riquísimo, y la noche no tuvo final.

Algunos días más tarde volvieron a quedar, y por obra y gracia del martini los dos se quitaron la careta y llamaron a las cosas por su nombre.
- Sabes -dijo ella-, hay algo en ti que no sé describir pero que me toca muy adentro.
- Yo a ti te toco lo que quieras.
- No seas bobo...
- Perdón. Entiendo lo que dices, quizá sólo sea cariño.
- ¿En qué se diferencia el cariño del amor, según tú?
- En las ganas que tengas de mentirle a un ser querido.
- Qué drástico. Hay muchos más matices.
- Ya, pero nunca he tenido paciencia para encontrarlos. Me llevan los demonios.
- Si te relajaras un poco todo sería más sencillo.
- Me cuesta esperar y no tener. Pero no busco saber que tengo. Busco saber qué tengo.

Los dos se quedaron pensando un rato.

- Por cierto, he escuchado tu disco. Al principio no me gustó demasiado, pero cuantas más vueltas le doy más le voy pillando el tranquillo.
- La historia de mi vida...

lunes, mayo 05, 2008

musical chairs

Huye uno cuatro días lejos de la mugre laboral y cuando regresa se encuentra con un terremoto: el macho dominante abandona la manada. Las implicaciones de un movimiento de este tipo suelen ser variadas, retorcidas, y ante todo muy entretenidas de observar. El currito escéptico en que se transforma el capitán fonzollo cada lunes no puede ocultar una cínica sonrisilla: es la hora de los puñales. Por ser una persona relativamente apolítica, le fascina el sutil pero descarnado baile de llamadas a sottovoce y mini-reuniones en la penumbra. Sin adornos, se da uno cuenta de por dónde pasa la línea. Los hay contentos, los hay tranquilos, los hay nerviosos. Comienzan las llamadas inesperadas y de repente todos somos importantes, todos tenemos una opinión, una verdad que merece ser escuchada. En viaje de emergencia llega desde el norte un emisario de paz y buenas intenciones: la situación está bajo control, en el fondo es mejor así, no nos sorprende, le deseamos lo mejor, agradecemos su esfuerzo, todo seguirá igual. ¿De verdad? Qué fuerte. El politburó corporativo engrasa la maquinaria de la persuasión y los borreguitos cantan, las nubes se levantan, y la vida es dulce como el sabor de una piruleta. Rebrota mi diabetes. Si algo he aprendido en estos años de viacrucis multinacional es la importancia de guardar silencio. Las palabras pierden su fuerza cuando nadie las quiere entender, y ahora las mías hablan de otras cosas, cosas más ricas. Así que me callo y observo divertido.

de viaje

hay un murmullo bajo nuestra piel
un sabor intenso cuando te encuentro
hay historias que no me quiero perder
por los confines de tu cuerpo

hoy es uno de esos días en los que cuesta empalmar dos frases que expresen lo que todo el alma está gritando... van cayendo los momentos y encajando en huecos que les van bien, o en otros un poco más estrechos en los que hay que pegar algún codazo, pero el caso es que esos momentos quieren caer allí y no seré yo quien les intente convencer de lo contrario... quizá uno lleve toda la vida equivocado, pero no importa: los aciertos y los errores no son más que dos extremos de la misma espera, una espera que no se sabe cuándo termina

las palabras a veces no son suficientes
pensando en todo por no decir nada
son los ecos de un sueño recurrente
la posibilidad irreal de tu mirada