S I N S E N T I D O S S I N C R I T E R I O

todo es mentira excepto lo que no queremos ver

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jueves, julio 10, 2008

la ciencia del sueño

¿Qué son esas luces? Atraen mi cabeza con una fuerza varias veces mayor a la de su peso, por lo que me cuesta aguantarla vertical. Puedo leer mis pensamientos en un libro de neón. "Clonc". Mierda, le he dado. Aturdido, me froto la frente con los dedos, pero mi mano es gigante y me asusto... ¡y chillo!. Silencio, me están mirando. Mis compañeros me escrutan con sus ojos ignorantes, pero esta no es la primera vez. Pongo cara de circunstancias y devuelvo la mirada a la pantalla del ordenador, llena de cifras y gráficos que no me interesan. ¿Por qué aceptaría este trabajo?. Lo sé perfectamente, quería saber de qué hablaba ese gusanillo que me insistió en venir a esta ciudad. Ya no recuerdo bien si lo vi en sueños o despierto, quizá mientras comía una manzana, pero no importa. Hay aspectos de mi vida que sólo puedo entender con trozos de explicación que voy encontrando en los sueños. Quizá tenía que pasar por aquí para encontrarme con otras gentes también fuera de su lugar.

En cualquier caso estoy mirando la pantalla. La búsqueda me ha devuelto 24.664 registros, todos con códigos parecidos, en letra tahoma azul sobre fondo blanco. El enorme listado ocupa páginas y páginas que voy recorriendo con la rueda del ratón. Hay simetría en el ordenamiento de las columnas, como en una vista aérea de mi ciudad cuadriculada. Espera un momento. Hay un registro con caracteres extraños, que no parece estar del todo bien. La letra es de otro color, más anaranjado y... ¡palpita!. Me froto los ojos, o eso creo. Veo como la calidez de su tono se expande a borbotones por el listado. Al mezclarse con los registros azules, el color precipita y crea chorros verdosos que caen, como hilos cortados, sobre el lienzo brillante de la pantalla. Al llegar abajo, desbordan y derraman sobre la mesa, avanzando hacia mi mano. El extraño halo de color comienza a crear una forma sobre mi palma abierta, que luego se va pareciendo a una extraña clase de fruta. La acerco a mi boca y muerdo. Es gelatinosa, con un sabor que me recuerda al picor del agua marina. Algo se está moviendo ahora en la pantalla: las líneas rectas se están deformando, se deshacen las intersecciones, se crean nuevas conexiones, se rellenan los espacios, trazando curvas y tirando arcos hacia un punto de fuga. Me acerco a mirar y la nueva asimetría me atrae, con una fuerza varias veces superior a mi curiosidad. ¿Qué llevará esa fruta que he probado? A la derecha, la busco con la mirada pero mi mano se ha vuelto a convertir en manaza. Me asusto. Chillo justo en el momento de golpear mi cabeza contra la pantalla y cruzar de vuelta el umbral del sueño, recibido por un coro de miradas preocupadas.


Inspirado por "La science des rêves", de Michel Gondry (2006)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

...cabezazos(de sueño)en la pantalla...




gobelinn

Anónimo dijo...

Como (no ) sois