S I N S E N T I D O S S I N C R I T E R I O

todo es mentira excepto lo que no queremos ver

.

miércoles, agosto 27, 2008

la encuestadora

La calle estaba repleta de gente, pero el capitán fonzollo se dio cuenta de que la chica lo había elegido a él. Armada de peto, gorra, pin, portafolios y bolígrafo, y con las piernas firmemente clavadas en el suelo, lo había fijado en su mirada, atenta a cualquier variación de su trayectoria. El capitán no tenía especial prisa, pero no gustaba de este tipo de abordajes sobre todo cuando se producían a pleno sol de verano. Bajó la cabeza e intentó el regate, pero con el rabillo del ojo vio cómo ella, implacable, variaba su ángulo de ataque para no dejarlo pasar. De niño, en el colegio, el capitán nunca destacó por sus dotes futbolísticas. Después de dos o tres cambios de dirección bastante torpes fue interceptado por la encuestadora, visiblemente decidida a conseguir su comisión.

-Perdona, ¿tienes tiempo para unas preguntas?
Silencio. Cabeza gacha.
-Perdona, sólo será un momento. ¿Tú crees en el más allá?
-¿Cóooomo?
-¿Has oído hablar de la iglesia del día final?
-¡Por favor!- clamó el capitán al tiempo que alzaba la mirada al cielo
-¿Qué pasa?- dijo ella con sonrisa fingida
-Pensaba que me ibas a preguntar algo serio...
-¿Te parece poco importante lo que ocurrirá cuando ya no estemos aquí?
-¿Tú qué crees, chata?
-¿De verdad no te importa?
-Se me ocurren millones de preguntas más importantes que esa
-Bueno, pues dímelas
-¿Adonde van las miradas perdidas?
-¿Perdón...?
-¿Los abrazos, son de corriente contínua o alterna?
-...
-¿Cuál fue la última conversación que tuviste con tu abuelo antes de morir? ¿Por qué tardan en llegar las cosas eternas? ¿Cuántas medias naranjas hay en el mundo? ¿Son simétricas las caricias? ¿Qué pasó en mi primer sueño? ¿Dónde nace un bostezo? ¿Cuántas lágrimas ahogan una flor?

El capitán alzaba un poco la voz con cada pregunta. Ella se acercaba cada vez más para escuchar sus palabras, atónita. La distancia entre sus caras era ahora de unos pocos centímetros, y se percibía con gran intensidad el sudor de la chica emanando bajo su camiseta verde. Era demasiado. De forma totalmente previsible, el capitán explotó.

-Oye niña impertinente, tanto que hablas del más allá, ¿por qué coño estás cada vez más aquí..?
-Mira, yo sólo estoy haciendo mi trabajo-, dijo ella intentando recomponerse
-Pues yo acabo de dejar el mío y créeme, te lo recomiendo...




5 comentarios:

Anónimo dijo...

me parto contigo chico.

besos mil

gobelinn

Joan Guarch dijo...

...no sea duro con la ignorancia, mi capitán...algún día, por error, podemos embarrancar en cualquier playa...

...aunque a preguntas así...cualquier respuesta es buena...

Joyce Galvão dijo...

ai ai....adoro isso!

a foto é perfeita!

repito: adoro isso!

EL CAPITAN FONZOLLO dijo...

gracias a mi también me encanta esta foto (¿está mal que lo diga?)

Ale dijo...

"cuando encontré las respuestas...
me cambiaron las preguntas"