S I N S E N T I D O S S I N C R I T E R I O

todo es mentira excepto lo que no queremos ver

.

lunes, septiembre 29, 2008

achtung baby

El otoño ha traído una molesta variación al refugio del capitán, en forma de nuevos vecinos. Se diría que es un matrimonio por la dedicación con la que, taladro en mano, alguien de voz penetrante se ha dedicado a reconfigurar la casa encima de mis narices durante un par de semanas. Pero en fin, eso se acepta porque es una vez y ya está. El problema viene por los dos individuos que, si nadie lo remedia, van a compartir con la supuesta pareja las mismas paredes y sobre todo el mismo suelo, a saber: el niño y la abuela. Pocas combinaciones más mortíferas para la paz mental que la de un churumbel consentido y una vieja chillona pero sin ninguna autoridad.

Es el capitán una persona torturada por el ruido desde que le despierta el extractor del patio por la mañana. Luego, tras ocho horas sufriendo el run-run del aire/calefacción en el entorno diario de subsistencia (trabajo), llegar a la calma del hogar se convierte en un acto de vida o muerte. Los fines de semana, gracias a dios, el ruido le da un respiro y así de domingo en domingo el capitán va manteniendo la cordura. Pero eso se ha terminado. La criatura diabólica se despierta y empieza a correr, la abuela le grita para que pare sin ninguna convicción, los muebles se mueven, las cosas se golpean, hay objetos que caen, el suelo tiembla, yo abro un ojo y... la verdad sea dicha, no es manera de empezar un domingo cagándose en dios. Señora, ¿conoce usted las posibilidades de persuasión que le ofrece el sopapo? A la larga el niño lo agradecerá, créame.

Bajé a hablar con el vecino. Supuse que no sabía de que iba el tema por no tener el problema justo encima suyo, pero eso hubiera sido subestimar al viejo.

- Chaval, los he visto en directo, en la escalera -me contó-, y siento decirte que la cosa está jodida
- Yo no puedo vivir así, este es mi santuario
- ¿Has probado a subir y charlar con ellos?
- Nah, no se me da bien, cuando digo las cosas la gente se lo acaba tomando a peor
- Eso es por tu tono de voz...
- Vaya novedad, ¿qué hago, me lo cambio?
- Déjalo... oye, el cartel que había en el portal, ¿lo pusiste tú?
- Sí... "Por un futuro sin ruidos, controlen a la chiquillería"... no duró ni medio día
- Esa no es la manera, pero quizá yo pueda hacer algo
- ¿Hablaría usted con ellos?
- ¡No digas chorradas, chaval! ¿Qué somos, una ONG? Me refiero a quitar de en medio el problema...
- Vecino que nos conocemos
- ¿Qué hay de malo? Un accidente lo tiene cualquiera, no hace falta que muera nadie, con una temporadita en el hospital será suficiente
- Es un niño...
- Chaval, no te enteras de nada. Te estoy hablando de la abuela


3 comentarios:

Joyce Galvão dijo...

jajajaja....posso imaginar vc na cama abirndo um olho e dizendo: ME CAGO EN DIOSSS....adoro essa historia de poder cagar em que se quer: POR DIOS! ME CAGO EN LA ABUELA! ajajajajajaja

hora de se mudar para Madrid talvez?

EL CAPITAN FONZOLLO dijo...

hay tantas ciudades por vivir..

Joan Guarch dijo...

1...tal vez...

2...eso seguro...